Los cambios son imperceptible inicialmente, es el instante de la fe, proseguir creyendo en el resultado, hasta que un día se comprueba que la existencia esta en proceso de cambio, se comprueba la realidad cambiante, que surge del esfuerzo de la fe, y esta deja paso a la evidencia, a al empuje de la luz, de ser observador y actor de lo que se vive, y cada empuje configura una transformación, mas los tránsitos lentos donde no parece cambiar nada, no asusta porque asentamos la seguridad personal en la fe que brota.
La fe que es quien ve en la oscuridad, porque nace del ser interno.