El incierto
destino e inevitable en ocasiones, he aceptado lo que vivo, sin reservas, ahora
quiero aprovechar para sacar provecho de esto, aunque tengo la sensación que
aún podría aprovecharlo mejor, que me quedo corto, he de darme a conocer mejor
y ser más constante. Describirme mejor y moviéndome más, considero que podría
sacar más provecho a mis cualidades. Porque me defino como:
Ø Cariñoso.
Ø Sensible.
Ø Imaginativo.
Ø Infantil.
Ø Loco.
Ø Profesional.
Ø Bromista.
Ø Irónico.
Ø Empático.
Ø Creativo.
Ø Introspectivo.
Ø Curioso.
Ø Cercano.
Ø Inconformista.
Ø Raro.
Ø Libre.
Y con lo que
más me identifico es con creativo, cercano, introspectivo o reflexivo, alegre y
sensible.
Porque soy una
mirada introspectiva que surge de la reflexión, de quien cercano a la
humanidad, se identifica con ella, creando alegres alternativas de vida
sensible, poniendo a
disposición del semejante sus habilidades, como escuchar las historias que las
almas desean pronunciar, ver las huellas de cada recorrido personal, heridas,
frustraciones, confusión, alegrías, esperanzas, ilusiones son compartidas, en
la intimidad de un sincero encuentro, de un acompañar, regando la tierra que
pisamos, para que de este modo pueda la persona renacer. Historias recibo, que
me hablan de un sin fin de realidades, y verdades enriqueciendo mi prosa, mi
presencia en este mundo, mi firme voluntad del encuentro enriquecedor, donde
poder aportar un grano de esperanza, quienes en sus heridas buscan sentido y el
resorte para seguir en la vida, crecer sin reservas. Por ello me forme en
profesiones de ayuda, y dedique mi labor profesional a compartir sufrimientos y
alegrías, ejercí como CUIDADOR, inventé espacios de placer y encuentro
creativos como ANIMADOR SOCIOCULTURAL, busque recursos bajo los adoquines como
TRABAJADOR SOCIAL, participe como EDUCADOR SOCIAL a la transformación de la
realidad, FORME en cursos donde aporté mi experiencia y conocimientos, con el
fin de que surgieran excelentes profesionales, ESCRIBÍ manuales sobre
discapacidad y mediación, y EJERZO COMO ACOMPAÑANTE PSICOLÓGICO, TERAPEUTA
TRANSPERSONAL, QUE APORTA TÉCNICAS DE MEDITACIÓN PARA EL ENCUENTRO PERSONAL CON
SI MISMO. Y EXPRESO SENTIMIENTOS EN MIS ESCRITOS, SURGIDOS DE LAS HISTORIAS
RECIBIDAS Y DE LA EXPERIENCIA DE VIVIR.
Esto es lo que
soy y ofrezco.
Puesto que al
fin encontré mi sentido de vida, el que nunca me abandonó, pero no me atreví a
escuchar y por ello, acababa dejando postergado mis ilusiones, y me refugiaba
en otras vidas, por falta de confianza o por despistarme con otros temas de
interés, o abandonarme a la corriente de la vida, así que dejaba a medias
mis proyectos, que retomaba más tarde, a trompicones, sin darles vida.
Y para creer en
mí, la confianza que me falta, ha despertado definitivamente, mi intuición que
impone confiar en mis capacidades, en mis ideas, en mis fuerzas, en mis
proyectos.
Siempre he
tenido a un nivel inconsciente la sensación de no saber cual era mi propósito
de vida, cual es mi sentido de vivir. He dudado mucho entre escribir, ser
médico, psicólogo, auxiliar de enfermería... he dudado en vivir, hasta el punto
de perder la conexión conmigo y la vida aburriéndome. Esa es la cuestión, no
acabé de lanzarme plenamente, las veces que sentí el camino a seguir, la
certeza de quien era, el pánico me freno, el que dirán, y otros tantos
lazos, sobre todo la material compostura de una seguridad impostora, porque si
he sentido en algunos momentos lo que debía hacer, y eso ha conllevado los
tropiezos de mi vida, no seguir lo que dictaba mi corazón en esos momentos, no
acabar de encontrar el sentido de mi vida, o enredarme de tal forma que aún
siendo evidente no lo veía.
Soy buen
profesional, escribo bien, pero a ello le falta el corazón, el sentir que ese
es mi verdadero destino, y así ser feliz, he imaginado en numerosas ocasiones
dramones, como forma de plenitud, pero eso es otro de los engaños, la verdad es
que ser feliz es otra cosa, un estado de satisfacción, un fin en sí mismo, donde
sólo se escoge el modo de alcanzarlo, la vía personal que nos conduce a la
felicidad.
Me imaginé,
enfermo, o que me moría, o cualquier otra situación de sufrimiento, donde
desplegar lo bueno que se es, es ese rastro de nuestra cultura que nos dice que
solo a través del sufrimiento seremos felices, pero ahora he cambiado de lente para ver de otro modo. Observando
nítidamente que la alegría y la felicidad es más sencilla de alcanzarla, y poco
tiene que ver con saber sufrir, y si con seguir al instinto. Por eso quiero dar una dosis de fantasía, de alegría al mundo que me rodea, compartir y
crear nuevas formas de vivir, para ello acompaño en procesos de crecimiento, de
cuidados, y de apoyo a personas, y expreso sentimientos. Ayudar y escribir son
las dos grandes pasiones mías, relegadas en ocasiones por la razón y la cascara
de un pan que no contiene la miga que alimente.
Ya viví en parte como tocaba hacerlo y ahora toca apostar por vivir como se
siente, como me impulsa mi corazón. Y cuando comience a vivir de este modo, sentiré la satisfacción interior, que no hay esfuerzo en lo que hago,
porque el tiempo no existe, y me lleno de energías, porque conecto con las
personas y eso provoca que lleguen más personas a mis ofrecimientos, porque
llega lo que escribo, y encuentro un modo de publicar, porque no hay sueño, ni
hambre, y al final de un modo u otro se transforma mi realidad. Porque sigo a mi intuición, a lo que
siento y presiento, que en parte ya lo estoy haciendo, corresponde intensificar
y centrar la atención en ello, arden en su fuego.
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