Estimado y amantísimo yo:
Vivo estos momentos de angustias e ilusones, de crisis y confusiones, con el objetivo de que tú, allí donde te encuentres, disfrutes de cada momento con la intensidad liberadora de quien no se pone límites, que puedas disfrutar de los paisajes conectado a ellos, sin pensar en parcialidades, ni en mañanas, simplemente logres sentarte en la tierra, y te extasíes con ello.
Confío en que tu tiempo solo tú lo organices, habiendo escapado de un día construido desde la idea de la organización temporal y productiva, repitiendo imperiosamente cada acto hasta que toque vivir el siguiente, es decir, que actúes según sientas en cada momento, según te apetezca, sin objetivo prefijado, ni emprendas actividad frenética, sin pensar ni en el ayer ni en el mañana, si eres esto o aquello.
Que los ingresos económicos los obtengas de tu quehacer, mas que este sea el que en cada época más te atraiga, pero que no permitas que esclavice tu espíritu de libertad.
Solo ello espero que logres, un espacio de pura libertad.