sábado, 6 de septiembre de 2014

Pondré el alma en la vida.

Pondré el alma en cada beso y abrazo que entregue con alegría, desnudo de corazas me expondré a las espinas del rosal, cansado de precauciones, impidiendo sentir en su totalidad la vida. Pondré el corazón en cada palabra que pronuncie, sean estas lágrimas de tristeza o esperanzas ilusionantes, cansado de medir los discursos que acaban siendo huecos. Pondré la vida en cada acto realizado, sin medir el tiempo que he de vivir, para en mi despedida saber que mereció existir.
Seré viento que refresque tu rostro, en ardientes deseos, recorreré tu cuerpo dejando que tu pasión calé en mi espíritu, y nos fusione. Viviré como si fuese el único día de vida, así cada mañana despertaré, renovando los votos de mi amor. Sin reservar nada para un improbable día, recibiendo la noche repleto de emociones, y vacío de deseos. 
Saltaré sobre los charcos que las lágrimas formen, sean alegres o melancólicas, empapando mi ser de tus sentimientos, tu mayor tesoro, tu mayor regalo. Correré atravesando muros, aunque me rasguñen, por buscar un cielo abierto, un campo libre, donde resistir a los embates del pánico, que miles compre. Desgastaré mis suelas, y seguiré descalzo caminando sin dirección concreta, sabiendo que es tu corazón quien me recibirá. Para qué más lugares he de buscar, si en él toda la vida está.
Naceré a cada segundo con toda mi presencia, recorriendo con mis manos tu piel, cual si fuese la primera vez que la reconozco. Deslizaré mi mirada por tu rostro, embelesándome  en las eternas primeras veces que te contemplo. Aprendiendo a besar cada vez que se junten nuestros labios. Derrotado por la victoria de ser junto a ti, compartiendo la vida en cada momento, instalado en el hogar de nuestros corazones.
Perderé la cordura, alcanzando un razonamiento emotivo, con el cual llenar mis pensamientos de visiones verdaderas, sorpresas que hallaré en tus manos, que guían a mis latidos hacia el vivir, morir para formar parte de la vida.
Me entregaré sin condiciones, rendido al universo de sensaciones, que aniquilaron mis defensas, redimiéndome de un penar inventado, apresándome en espacios sin fronteras, celdas al aire libre, a la sombra de tus labios. Sin resistencia marcharé a tus brazos, mientras tu voz entona himnos de alegría.
Viviré para amarte, te amaré para vivir.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario