martes, 9 de septiembre de 2014

La vida cotidiana contiene más sensaciones que las que creemos percibir, más acciones de las que comúnmente recordamos, estando pendientes de lo que no vivimos, perdemos la conciencia de lo que sí vivimos, y ahí están todas las sensaciones que luego perdemos en nuestra memoria.
Por ello la atención a todo lo que realizamos es importante. Para registrar las sensaciones que existe en los sabores de la comida, en una conversación, en la contemplación de una puesta de sol, en una lectura, en la limpieza del hogar. Es ahí donde la vida se revela, donde sentimos plenamente la existencia, y nos encontramos con nosotros mismos, la gran y verdadera aventura.
Para ello esta el programa de mindfullnes, cuyo fin es el desarrollo de la atención plena, el entrenamiento de la mente, para centrarse en todo lo que ejecutamos, y así recibir las sensaciones que contiene cada acción realizada, sentir la vida en plenitud, y seguir los mandatos del corazón, origen del disfrute de la vida.
Gracias a la atención podemos percibir la vida de otro modo, más sencillamente, más satisfactoriamente, debido a que de este modo somos espectadores y actores, dirigiendo nuestra vida, y no siendo marionetas de las circunstancias, puesto que en la calma que otorga la atención, logramos observa la existencia con mayor claridad, y así saber que hemos de cambiar a medida que nos transformamos. Aceptando sinceramente la lo que vivimos, centrándonos en el momento presente, sea este de alegría o dolor, de claridad o confusión, pero sobre todo observando todos los momentos que la cotidianidad ofrece, siendo estos más de lo que creemos, instantes de sabiduría, que nos conduce a una plenitud deseada.

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