domingo, 8 de septiembre de 2013

Danza desnuda.

De pie ante el paisaje comenzó a desvestirse, dejando su piel expuesta al clima. Sus brazos extendidos, con las palmas de las manos abiertas mirado el cielo. Realizó varias respiraciones profundas, sintiendo como el intercambio de aire relajaba su mente. Las aves graznaban un su paseo por el viento, son de su lenguaje, encorvo su cuerpo, extendiendo sus brazos paralelamente a la tierra, y alzó su cabeza al cielo, mirando su profundidad, instantáneamente sus pies descalzos se deslizaron por la arena, lentamente en su inicio, pero aumentando su ritmo hasta alcanza desplazamientos circulares, acompasados a la inerte voluntad de los brazos, que se movía entre el viento, impulsados por los pasos y el movimiento rítmico del tronco. En algunos momentos cerraba los ojos, para intuir, con mayor precisión, la sabiduría del frenético movimiento danzante. 
A medida que que transcurría el tiempo, a lomos de la danzan, su mente impotente a frenar todo acto, llegó a un estado de bloqueo, incapaz de entender lo que le ocurría, porque su presencia se diluía en una luz multicolor que surgía de algún rincón desconocido. Luz que cambia de tonalidad, anticipando la llegada de rostros y paisajes que discurren sin coherencia alguna. Así ríos brotan de la tierra muriendo en las nubes, rostros sonrientes acarician sin brazos, rostros de antepasados desconocidos, que no necesitan voces para reconocerse, escaleras de viento conduciendo a las azoteas de los riscos. Multitud de almas componiendo arco iris, por donde caminar sobre las aguas. Hermosos torsos desnudos tejidos con besos de seres amados, amores abonando el campo del cual surgirá el alimento que necesita nuestro sueño inteligente. Y beber las lágrimas que sacian la sed, uniendo las manos infantiles en un corro rodeando el árbol del saber. 
Realidades que surgen mediante el impulso interno de un saber desconocido, que habla mediante los deseos, y así salta sobre charcos, y sentir las gotas refrescando la piel. 
Así permaneció durante la puesta del sol, manteniendo el ritmo de su movimientos, con la respiración. Desnuda en cuerpo y alma. Viviendo en otro mundo.

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