lunes, 23 de septiembre de 2013

Selló mis labios con los suyos, sorbiendo mis palabras y así permaneció el silencio, sellado por un beso. 
Su piel, mapa extenso de su espirito, fue recorrido por mis dedos, sintiendo el palpitar de su vida.
Mi piel fue explorada por la húmeda sed que sus labios sentían. Entregando en derroche generoso una colección de emociones. 
Cegado busqué su tacto, y atrapados en los brazos exploramos la existencia mutua, aclamando el disfrute de un amor silencioso. Danzamos sin orquesta, ni pasos programados, únicamente al son de unas caderas que entendieron el ritmo de una pasión que atravesaba nuestro deseo de sentirnos vivos.
El tiempo se detuvo, mas la vida se mostraba, crecía en respiración entrecortada, en cada latido que impulsaba la voluntad de ser uno. La voz fue espectador de como comunicarse a través del silencio, como lograr las más bellas expresiones sin palabra alguna.
Entregamos la desnudez del alma, liberándola para descubrir las fuentes del amor placentero, descubriendo como cada rincón susurraba un cuento.
Proseguimos ansiosamente, desde el instante que sentimos el calor fluyendo por las venas, el deseo apoderarse de la razón, la falta de aire en los pulmones y alcanzamos la antesala del morir, para vivir la luz estallando en la fusión plena de nos, vaciando el vacío. 
Renacimos repletos de cariño.
Los labios sonreían, los ojos capturaban la felicidad, los brazos nos acogían en nuestro hogar.





2 comentarios:

  1. ¿LO HAS ESCRITO TÚ O YO? ESTA VIVENCIA LA HE PASADO YO MISMO CON MI MISMIDAD.

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    1. Pues mis dedos escribieron, mas puede que fuese con tu ayudo.

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