Miro dentro y se quien soy, que deseo, y cual fue mi destino, pero en ocasiones he de rugir, para deshacer la paja que ahoga, la piel que impide mirar. Miro dentro y me reconozco, son lágrimas y con sonrisas, pero hay días que al mundo hay rasgarlo, aunque sorprenda a extraños, para abrir nuevos parajes, para indicarle que daña su ignorancia. Miro dentro y vivo feliz, hallado el mundo donde me encontré, pero hay días que toca combatir a muerte, deshacerse para renacer, comenzando a vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario