lunes, 21 de octubre de 2013


Verborrea mental, exponiendo huecos como sentencias absolutas, abrazados a una certeza alzada a los altares de la verdad, la única verdad en la que creer.
Proclamas de paz a fuego impuesta, violencia que rescata a la palabra insustancial, ideal de la nueva conciencia pacífica. Nuevos modos de actuar, basados en viejas tradiciones, desprecio al diferente, que se niega a ser adoctrinado, en una libertad coartada, por las órdenes del líder, en pacífica agresividad.
Y seguir encontrado personas en la frontera de las masas uniformes, consumidoras de doctrinas y eslóganes, hambrientas de palabras sin nombres, sentencias que no dicen nada, y ante el hecho de desenmascarar el vacío, golpe al ser que pretenden proteger, dardos de descalificaciones en nombre de la paz.
Y seguir indiferente al ruido que se berrea, alegres de encontrar seres auténticos, contradictorios, desenganchados de verdades absolutas, embarrados en la vida, heridos con el disfrute de vivir sin cortapisas, muriendo en cada sensación, entre miedos y sonrisas, borracheras y abstinencias. Seres que no se anuncian como libres, sino que ejercen su libertad. Miradas que se prenden al son del encuentro. 
Humanos, plenamente humanos, que dejaron búsquedas, para vivir despierto ante el horror de los ambiciosos, y salvadores, que sus altares crucifican lo más puro de cada cual, la efímera humanidad, contradictoria en su totalidad, anárquica en su realidad. Ardiendo en hogueras de pasión, y no en piras de condenas.
Vivir al día, vivir en el día, sin abordar más allá de la contemplación de la naturaleza, lejos de doctrinas y verdades falseadas. 
Vivir desde lo humano.

2 comentarios:

  1. JODER JUANJO, PARECES EL BOSS DE LOS PROFETAS. LAS CUATRO ÚLTIMAS LÍNEAS PARA ESCRIBIR EN UN MURO.
    SEAMOS TREMENDAMENTE HUMANOS, SIMPLEMENTE HUMANIDAD. GRACIAS

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  2. Gracias por tus palabras, aunque lo de boss se me hace mucho.

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