miércoles, 13 de noviembre de 2013

No todo posee un nombre, siendo abarcable para las mentes que temen el caos natural de la vida. No todo es posible de reducirlo en unas cuantas letras, en unos sonidos pronunciados para inventar el ordén lógico de la existencia, y así llamarlo realidad, que es en verdad un espacio mínúsculo con la inmensidad del universo. No, no todo podemos pronunciarlo, domarlo, puesto que incluso el nombre que nos dimos, no abarca la totalidad de lo que somos, siendo un pártícula entre mareas de partículas, así que el verbo sólo dió vida a un espacio que abarca nuestros ojos, más allá lo inombrable, la otra vida, dispuesta sólo para mudos silencios, que renuncian a nombrar, a utilizar el verbo.

1 comentario:

  1. Un trino anida en la alta espesura,
    Un vuelo sostiene el cielo con su ausencia,
    Desde algún sitio nos contempla, escruta,
    Lo innombrable no divaga, calla, quema.

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